Esta semana celebramos el 100º aniversario del nacimiento de Julio Cortázar, una de las voces más importantes de la literatura argentina y mundial. Por ello, hoy queremos amenizaros con esta pequeña colección de curiosidades sobre el escritor:
· Desde pequeño, Cortázar vivió entre libros. Como algunos otros célebres escritores (Lovecraft, por ejemplo), debido a una salud delicada, pasó mucho tiempo en cama. Alguna vez, diría: "Pasé mi infancia en una bruma de duendes, de elfos, con un sentido del espacio y del tiempo diferente al de los demás".
· No es extraño pues que Cortázar comenzara a escribir desde muy pequeño. Él mismo contaba que a los ocho años tenía "una novela que guarda celosamente (mi madre) a pesar de mis desesperadas tentativas por quemarla".
· En 1932 obtuvo el título de maestro, que le permitió ejercer el magisterio. Ese mismo año, Cortázar descubrió en una librería de Buenos Aires, el libro titulado 'Opio', de Jean Cocteau y con ello cambió por completo su visión de la literatura y le ayudó a experimentar con el movimiento surrealista.
· Era muy aficionado al boxeo. Durante un tiempo fue comentarista de boxeo, pero lo despidieron porque se emocionó tanto (en sus propias palabras) que no se le entendía y a los directores del programa radiofónico no les hizo ninguna gracia.
· Otra de sus grandes pasiones era el jazz, tema que tocan algunas de sus obras ('El perseguidor', 'Rayuela'). De hecho, hay algún recopilatorio editado de las canciones de jazz que aparecen en la obra de Cortázar.
· Aunque el jazz fuera su género musical predilecto, se le atribuye al argentino un disco de tangos, realizado junto a Edgardo Cantón e interpretados por Juan Cedrón. El disco se llama ‘Trottoirs de Buenos Aires’ y fue editado en 1980.
· Junto a su segunda esposa, Ugné Karvelis, asistió a la investidura de Salvador Allende, en Chile.
· La dictadura militar argentina prohibió, entre otros muchos, algunos de los libros de Cortázar por tener éste "antecedentes ideológicos marxistas".
· Se dice que Julio nunca dejó de crecer (literalmente). Lo que sí es cierto es que era muy alto; y además parecía envejecer de forma muy lenta. Hay una anécdota que Carlos Fuentes cuenta y es que, cuando fue a visitar a Cortázar, le abrió la puerta un "muchacho" que pareció de veintitantos años. Fuentes le dijo que iba a "ver a su papá (Julio, que era quien abría la puerta)". En ese entonces, Cortázar tenía cincuenta años. En cuanto a su fenomenal envergadura, cuando murió en el Hospital Saint Lazare tuvieron que utilizar una camilla más grande de lo normal para trasladarlo.
· Sus restos descansan en el cementerio de Montparnasse, en París, y los seguidores que lo visitan acostumbran a dejar ‘rayuelas’ dibujadas en papel en su tumba.
Vía | Sexenio/Cien años con Julio
En Papel en Blanco | Los libros de Cortázar: un paseo virtual por su biblioteca