
"Si hay que dar por buena la opinión de los médicos, a estas alturas Lemmy debería de estar muerto", reza con sorna la contraportada de 'Lemmy: la autobiografía'. Lo cierto es que este gigante del rock duro, líder de la banda Motörhead, nos dejó precisamente la semana pasada (el 28 de diciembre), demostrando que, a pesar de ser una leyenda, también era de carne y hueso. Tras cinco décadas dedicadas en cuerpo y alma a la música, ganándose a pulso la fama de ser el tipo más bebedor, espídico y salidorro que haya pisado jamás un escenario, Ian 'Lemmy' Kilmister nos dejaba a los setenta años, víctima de un cáncer.
Yo llevaba postergando la lectura de vida bastantes meses. Tenía el libro en la pila de la mesilla de noche y constantemente fui dejando el libro para más adelante, porque simplemente no me apetecía. Pero he aquí que la triste noticia no me dejaba más opción que hacerle este último homenaje a Lemmy, y lo dice alguien que, debo admitir, nunca ha sido un gran fan de Motörhead, pese a que conozco su discografía y la importancia que el grupo ha tenido en la historia del rock'n'roll y del rock duro.
La historia de Lemmy es la historia de la música rock, desde sus inicios y hasta nuestros días. Tras una infancia no precisamente muy feliz, Lemmy abandonó su hogar en Gales para vivir en primera fila el estallido de la beatlemanía y tocar en conjuntos de rythm & blues, fue pipa de Jimi Hendrix y miembro de grupos tan singulares como The Rocking Vicars y Sam Gopal.
Tras su paso esta última banda, se unió a Hawkwind, banda que se sumergía de lleno en el sonido de la psicodelia. Su ingreso era tan sólo temporal pero finalmente su relación con Hawkwind duró cuatro años. Él firmó 'Silver Machine', una canción que se aupó en las listas de éxitos británicas. Su influencia como músico se ha dejado sentir en que se le reconoce parte de la influencia en el punk y el heavy metal.
1975 sería el año fundacional de su banda emblemática, Motörhead. Con ella daba paso a un nuevo sonido que ponía los cimientos para estilos como el thrash o el speed metal. Las formaciones de Motörhead sufrieron numerosos cambios en sus más de treinta años de historia, pero Lemmy siempre permaneció como el mínimo común múltiplo.
Así, la biografía de Lemmy se articula desde su propio testimonio, reescrito y ordenado por la periodista musical y una de las mejores conocedoras del mundillo Janiss Garza (fue redactora jefe de RIP durante más de un lustro). Lemmy no se centra en su época dorada sino que empieza su historia desde su más tierna infancia en las West Midlands inglesas. El tono del libro es el de una charla de bar; realmente, al acabarlo, el lector tiene esa sensación de haber estado de cañas en la barra de un bar con nuestro cantante. Un estilo desenfadado, directo y desvergonzado («Si te ofendes con poca cosa, ¿qué haces leyendo este libro?», dice el propio artista).
El libro abarca hasta más o menos 2002, fecha en la que se publicó por primera vez en inglés el libro. Desde entonces, la banda de Lemmy había editado otros seis discos, el último de los cuales apareció este mismo 2015.

A pesar de su tono distendido y del infinito anecdotario que representa del mundillo del rock (en toda su trayectoria, Lemmy puede presumir de haber conocido a todo el mundo), la única pega que le puedo poner al libro es que a veces uno tiene la impresión de que termina siendo una sucesión inacabable de recuerdos de grabaciones, discos, giras y juergas nocturnas. Se echa de menos ver de alguna forma, cómo se imbricaba todo ello en la vida personal de Lemmy; es decir, no sé hasta qué punto, el Lemmy del libro es personaje o si simplemente eso es lo que había: una vida dedicada por entero al rock'n'roll. Y a las drogas. Bueno, y a las mujeres. Si, como yo, quieres ofrecerle un homenaje a quien supo vivir la vida a tope, este libro es el idóneo.
'Lemmy: La autobiografía'
Ian Kilmister y Janiss Garza
Es Pop, 2014.
Rústica con solapas. 320 pags. PVP: 17,95€
ISBN: 978-84-940298-8-2
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