La
relación entre padre e hijo ha sido un motivo relevante en literatura (como en aquella magnífica
'Carta al padre' de Kafka) al que el cómic no ha querido renunciar. Hemos leído diversas obras con esta temática (al que incluso
le dedicamos una artículo especial), muchas veces enfocadas a intentar entender una figura, la paterna, que se antojaba desconocida o lejana. En
'Una familia tragicómica', Alison Bechdel rememoraba la figura distante y severa de su padre, que terminó suicidándose; en
'El almanaque de mi padre', el protagonista de Taniguchi vuelve al hogar con motivo del funeral de su padre para entender un poco más a ese progenitor que no pudo entender antes (tenéis algunos ejemplos más en
el post que realizamos). Combinando origen literario y acabado visual, Norma publicó hace poco
'Sukkwan Island', una novela gráfica obra de
Ugo Bienvenu y que es una adaptación de la primera y exitosa novela de
David Vann, escritor de origen norteamericano (Alaska).
En 'Sukkwan Island' nos vemos arrastrados, como el protagonista, a una remota isla del sur, donde éste y su padre se disponen a pasar todo el invierno lejos de la civilización. Las relaciones son algo tirantes, porque los padres de Roy están divorciados y él ha ido a regañadientes. Lo que empieza siendo una especie de convivencia familiar, una oportunidad para retomar unos lazos algo tirantes y un reto de supervivencia, se convierte lentamente en un infierno para Roy. Jim, su padre, vive atormentado por los recuerdos, lamentándose de la ruptura con su mujer, haciéndole confesiones adultas para las que Roy no está preparado.
El padre (Jim) resulta una persona sumamente inestable: tiránico, cobarde, autoritario, depresivo; mientras que Roy lentamente se ve abocado a una situación cada vez más claustrofóbica, doblegado por la nefasta influencia de su padre. Y así, el espacio que comparten pronto se convierte en una metáfora de los personajes: totalmente aislados, los personajes son
incapaces de comunicarse con naturalidad. El tiempo (severo y la mayor parte de un furioso aguacero) no hace más que enfatizar en la naturaleza el conflicto que viven.
Vann, el autor original, escribió la novela quizá como ejercicio de exorcismo: su padre se suicidó poco después de que él se negara a acompañarle a un viaje parecido, y la historia se convierte en un tiempo y espacio alternativo que se pregunta por lo que hubiera ocurrido de haberlo hecho. El resultado es una obra realmente oscura que tiene un punto de inflexión que deja al lector sin habla. A partir de ahí, la espiral dantesca gira cada vez más rápido hacia un obsceno final. Bienvenu aporta un toque oscuro y sucio, en una línea que han querido llamar “nouvelle manga” y que ciertamente puede ser acertada por cuanto su estilo recuerda a algunos autores japoneses, desde un Jiro Taniguchi a un Kia Asamiya.
'Sukkwan Island' es una
lectura muy dura. Deja al lector muy tocado después de cerrar sus páginas, porque la historia habla sobre la parte más oscura del ser humano. Algunos han comparado la literatura de David Vann con la de
Cormac McCarthy, y hay que concederles la razón: es una obra humanamente tenebrosa, que habla del egoísmo y de la destrucción, de la locura y del vínculo envenenado en el que puede convertirse la relación padre e hijo.
'Sukkwan Island'
Ugo Bienvenu
Norma Editorial, 2015.
Cartoné. B/N. 224 pgs. 24€
ISBN: 978-84-679-1942-4
Más información | Ficha en Norma
En Papel en Blanco | 'Caribou Island' de David Vann