Como lector amante de la literatura del siglo XIX, tenía una deuda pendiente con Wilkie Collins, y es quea pesar de su importancia y notabilidad en las letras anglosajonas, no había leído ninguna novela de este autor. Así que la nueva edición que Alianza Editorial hizo recientemente de 'La mujer de blanco' me brindó la excusa perfecta para enmendar esta terrible carencia literaria.
De Wilkie Collins, Sarah os trajo un cuento navideño hace poquito (de hecho, en Papel en Blanco os hemos hablado varias veces de este escritor); en esta ocasión, hablaremos de la que está considerada como una de sus mejores novelas, junto a 'La piedra lunar', otra de sus grandes obras.
¿Qué ocurre en 'La mujer de blanco'? Cuando Walter Hartright, joven profesor de dibujo, se encuentra de madrugada en un camino con una misteriosa mujer vestida de blanco, no puede imaginarse que está empezando a vivir una aventura de consecuencias imprevisibles. Su traslado, justo a continuación, a una mansión de la costa noroeste de Inglaterra para instruir a dos hermanas, le servirá para encontrar el amor en una de ellas y desencadenar una fascinante intriga que irán relatando varios de sus protagonistas...
Wilkie Collins fue un escritor y dramaturgo inglés que dejó más de 27 novelas y 100 obras de no ficción. Algunas de sus obras se consideran pioneras en el género de la novela policíaca. Como la mayor parte de sus novelas, 'La mujer de blanco' (1860), fue publicada originalmente por entregas, una condición editorial que Collins llegó a dominar con suma maestría. Estamos ante un novelón de más de 800 páginas que absorbe al lector con sus cualidades.
La primera de ella es el original intercambio de narradores con el que Collins juega en su novela. No se trata del típico narrador omnisciente de tercera persona decimonónico, sino que algunos de los personajes van prestando su voz para ir desgranando los hechos que conforman la trama. Se ha calificado en algunas ocasiones como novela epistolar, pero no acabo de estar de acuerdo. Las sucesivas intervenciones no son exactamente cartas, sino una especie de testimonio coral de los hechos acaecidos en Blackwater Park y Limmeridge House. El éxito de la fórmula de Collins en esta novela quizá (esto es una conjetura mía) pudo inspirar a Bram Stoker la forma en la que estructuró su obra más conocida, 'Drácula', que se publicaría 37 años más tarde.
Otra de los grandes virtudes de Collins es la viveza de sus personajes. Nuestro autor es un excelente configurador de caracteres, y cada uno de los actantes de la novela está muy bien retratado: la ternura y la bondad de lady Fairlie; la determinación de Marian Halcombe; o el personaje que quizá resulte más interesante de todos: el conde Fosco, sus maquiavélicos planes y su sibilino comportamiento. Todos los personajes, en general, están dotados de una fuerza extraordinaria.
En la novela también destaca la mezcla de géneros que Collins consigue, aportando elementos de melodrama, novela romántica, de novela policíaca, de intriga e incluso hasta algún punto de terror sobrenatural (el primer encuentro de Walter con la dama de blanco).
A pesar de su extensión, la obra se lee de forma ágil, animada además por los constantes giros de la trama que el género del folletín le insufla, y que se van acumulando sobre todo en la recta final del libro, con lo que consigue atrapar al lector sin remedio.
Sin apegarse a ningún género en particular, 'La mujer de blanco' es una novela en la que sumergirse y bucear, disfrutar de ese peculiar estilo narrativo, de ese sutil comportamiento british que le da su particular encanto a la obra. 'La mujer de blanco' está, en definitiva, a la altura de su fama como una de las grandes novelas del XIX (estaba en aquel listado del que os hablamos de las mejores novelas según los críticos de 1898), y que disfrutaréis si os gusta este tipo de literatura.
'La mujer de blanco'
Wilkie Collins
Alianza Editorial, 2014.
Rústica, 832 pgs. 12,90€
ISBN: 978-84-206-8974-6
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